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Este es el gran dilema al que nos enfrentamos en algunas partes del año y sobre todo ahora en Navidad.

En algunas ocasiones hasta nos podemos llegar a sentir incómodos cuando tenemos muchas reuniones sociales, al ver como nuestra alimentación saludable y nuestros buenos hábitos, se pueden ver afectados.

Cuando tu día a día está repleto de hábitos saludables, la idea de que durante una o dos semanas todo se pueda ir al traste y vayas a perder los resultados obtenidos durante mucho tiempo puede llegar a aumentar tu nivel de estrés y hacerte pensar sobre si debes asistir a este tipo de reuniones o no.

«Tu bienestar depende de mantener relaciones saludables con tus amigos y familiares»

Cuidarte y tener una vida socio-familiar enriquecedora no son situaciones opuestas, es más, tu bienestar íntegro depende en parte, de mantener relaciones saludables con tus amigos y familiares.

El hecho de compartir tiempo con ellos no te tiene que impedir mantener los hábitos alimenticios que te proporcionan bienestar y salud.

Pero también es cierto, asistiendo a este tipo de eventos, te enfrentas a situaciones donde tus hábitos diarios pueden verse afectado.

Hoy quiero compartir contigo las dos situaciones a las que nos podemos enfrentar cuando asistimos a reuniones con familiares y amigos y las cuales pueden desviarte de tus hábitos diarios y te pueden hacer sentir incómod@.

«Que no te importe lo que digan los demás»

La primera situación son los comentarios emitidos por otras personas que asisten al evento sobre tus elecciones a la hora de alimentarte y sentirte saludable.

Estoy segura de que a ti también te han hecho comentarios del tipo:

«¿Qué pasa que ahora solo comes saludable?»

«Pues toda la vida has comido de todo y no ha te ha pasado nada»

«De algo hay que morir»

«Como sigas así, al final no comes de nada»

Es habitual, que en tus ratos de ocio, compartas tiempo con personas que NO están recorriendo el mismo camino de bienestar que tú, quizás desconocen mucha de la información que tu ya tienes interiorizada, no ven las ventajas de llevar una vida saludable.

«No puedes pensar que tu visión del bienestar y la salud es entendida y comprendida por todos lo que te rodean por igual»

Por otro lado, en estas reuniones sociales, tienes más «a mano» comidas y bebidas que de forma habitual no están presentes en tu día a día y que quizás lleves mucho tiempo sin consumir, por lo que es fácil caer en la tentación.

No debes olvidar, que culturalmente en las reuniones sociales y familiares, se intenta agasajar a las personas que asisten al evento a través de la comida y la bebida, por que lo que siempre hay comida en exceso, muy variada y cocinada de forma muy elaborada, lo que no es habitual en tu alimentación diaria y por lo que te puedes ver tentad@.

Ante estas posibles situaciones no te que da más que tener las herramientas necesarias para salir airos@ de esta etapa de reuniones sociales.

Te detallo a continuación algunas de las herramientas que puedes poner en práctica para no dejar tus hábitos y al mismo tiempo disfrutar al completo del encuentro con los seres queridos, ¡vamos allá!

1.-Ante comentarios que te puedan hacer sentir «diferente», «rar@» o «cuestionad@», intenta no entrar al trapo, respeta la opinión de cada uno y mantente en tu postura de forma amigable. Mantén la comprensión hacia la otra persona, entendiendo que está en un punto diferente del camino del bienestar y la salud y que quizás todavía no sabe todo lo que tiene que saber.

2.- No te sientas tentad@ ante el exceso de comida y bebida. No dejes de lado tus objetivos, pone tu foco en los beneficios de mantener tus hábitos saludables, a pesar de que tus allegados te alienten a abandonarlos con frases como «no sean tan extrict@ y disfruta de todo lo que hemos preparado», «bebe otra copo de vino más, hoy es un día especial», «prueba eso y esto otro y aquello» «toma un poco más, que no has comido nada».

Pon atención, al largo plazo, mantén presentes tus objetivos de bienestar y valora si realmente es la elección que quieres hacer. No sólo te enfoques, en el ahora, piensa en como te vas a sentir mañana después de tomar demasiado vino, comida en exceso, demasiado azúcar…

3.-Asume la responsabilidad y no dejes en manos de otros tu alimentación llevando tu propia comida. Pregunta antes de asistir que se va a servir durante la comida o cena, si entre todo lo disponible ves que no hay una opción que te permita seguir con tus hábitos saludables, opta por llevar algo preparado por ti, no pongas la responsabilidad en otros. De esta forma, el resto de invitados también podrá probar el tipo de alimentación que tú tomas habitualmente y hacerles partícipes de tu estilo de vida.

4.-Permítete si te apetece tomar algo distinto y disfrutarlo.

Si durante la reunión familiar sientes el deseo de comer algo que no es habitual en tu alimentación diaria, HAZLO.

Recuerda que un hábito se forma por la acción reiterada de un comportamiento, por una vez que tus elecciones no sean saludables no va a ocurrir nada. No te juzgues, disfrútalo, hazlo con la plena consciencia de que hoy te lo permites pero que no es lo habitual en ti, respétate y no te generes estrés.

Como ves es muy muy fácil mantener tus hábitos saludables si dedicas un poco de tiempo a tomar consciencia sobre el evento y te planificas un poco, para nada debes sentir malestar por exponerte a este tipo de situaciones, disfruta de todas ellas plenamente.

En este año, que hemos perdido la libertad de juntarnos con nuestras personas queridas cuando nos apetezca, los momentos en los que podemos hacerlo, nos pueden llevar a un estado de satisfacción elevada y excesiva relajación con nuestros hábitos saludables, concediéndonos demasiadas excepciones, así que no te decuides.

Cuéntame como vives estas reuniones socio-familiares, ¿te sientes incómod@ sólo con saber que tienes que asistir? ¿asistes con la idea de que vas a sucumbir a todas las tentaciones? Te leo.

Besos, Laura.

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