
HÁBITO, modo especial de proceder adquirido por repetición de actos iguales o semejantes u originado por tendencias instintivas.
Los hábitos inundan nuestro día a día.
Muchos de ellos llevan con nosotros toda la vida, otros se están haciendo fuertes en los últimos meses o semanas y algunos de ellos estamos intentando incorporarlos a nuestro día a día, a base tesón y fuerza de voluntad.
Todos los hábitos, los que llevan toda la vida, los que acaban de llegar y los que pronto serán incorporados a nuestro día a día, definen quienes somos, marcan nuestro futuro y condicionan nuestros objetivos.
La importancia de los hábitos en nuestra vida es tal, que merece la pena que les dediquemos un ratito de nuestro tiempo para su análisis.
¿Por qué actuamos todos los días de la misma manera? ¿Por qué, aunque sepamos que lo que pensamos, sentimos y hacemos diariamente no nos lleva a ningún sitio, seguimos actuando de la misma forma?
La respuesta es muy sencilla. Al ser humano le gusta moverse en su zona de confort. Le gusta estar en esa zona donde conoce el medio en el que se mueve, siente que tiene todo bajo control y no tiene que tomar grandes riesgos ni decisiones.
Pasa el tiempo y seguimos sin movernos, pensando, sintiendo y haciendo de la misma forma hasta que un buen día, nos empezamos a encontrar mal, sentimos que algo nos falta, entramos en “crisis” la de los 30, la de los 40, sentimos que nada de lo que hay en nuestra vida nos llena y no hay manera de saber con claridad que nos pasa.
Empezamos a buscar fuera de nosotros a los culpables de esta situación tremenda que nos toca vivir, el jefe, un padre severo, una amiga que nos dio de lado cuando más la necesitábamos, limitaciones impuestas por opinión de otros y un largo etcétera de situaciones externas que nos llevan a sentirnos víctimas de una realidad que han creado otros y que a nosotros nos taca vivir como bien podamos.
Pero ¿Y ahora qué? ¿Cómo salgo yo de aquí?
Nos leemos cientos de libros, asistimos a todos los cursos y masterclass que se nos cruzan por delante de la pantalla, con el fin de hallar la solución al lio mental que tenemos, sin darnos cuenta de que somos nosotros mismos los que nos hemos metido en esa situación gracias a lo que pensamos, sentimos, hablamos y hemos hecho en los últimos años de nuestra vida.
Nuestra realidad actual nos la hemos creado nosotros mismos y como no actúenos sobre los hábitos que repetimos día a día, nuestro futuro poco cambiará.
En los momentos en los que nos sentimos desbordados por las circunstancias sin saber como resolver lo que nos quita la tranquilidad, olvidamos hacernos responsables de la parte que nos toca.
Sabríamos perfectamente identificar que nos han hecho otros para llegar hasta este punto, pero nos costaría horrores, identificar que parte de la situación la hemos causado nosotros mismos con nuestra forma de pensar, de sentirnos y de actuar, es más, a veces pasan años y años de circunstancias vividas y seguimos culpando a los demás.
Cuesta llegar hasta este punto, ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE LO QUE NOS ESTÁ SUCEDIENDO, pero una vez que hemos llegado a asumirla, el resto lo tenemos hecho, si, sí , como lo oyes, si ya eres consciente de que tu situación actual está motivada por lo que piensas, sientes, dices y haces, podrás transformar todo lo que te aleja de tus objetivos y así, sin depender de nadie más que de tí, podrás transformar tus hábitos y transformar la situación actual.
Lo que acabas de leer lo puedes aplicar a la mayoría de las situaciones que experimentas en tu día a día, piensa:
Si actualmente estás en un trabajo que no te llena, no te motiva, no va alineado con tus principios y valores y hasta ahora has culpado de tu situación a tu jefe, a tu alta responsabilidad para no abandonar procedente de una educación muy severa, a la obligación de trabajar por la escasez de recursos financieros por venir de una familia humilde, etcétera, etcétera.
O si actualmente tienes un cuerpo que no te satisface, te gustaría mejorarlo, ponerte en forma, subir o bajar un poco de peso y siempre dices que no tienes tiempo para cuidarte, si culpas a los genes de tu complexión actual, si sigues viendo en la sociedad una tentación permanente para que acabes comiendo lo que no te hace bien.
O si tienes una pareja con la cual no te ves compartiendo el resto de tu vida, pero la culpa de que sigas con él la tienen tus familiares que no aceptarían que lo dejases, o culpas a la gente que te rodea por el que dirán cuando te separes.
¡¡Basta ya!!
Sólo tú eres responsable de lo que te pasa y sólo tú puedes transformarlo.
¿Acaso no hay gente que se transforma radicalmente en su profesión y consiguen trabajar en lo que les apasiona?
¿Acaso no hay gente que viniendo de una familia sin recursos ha conseguido llegar muy lejos?
O ¿es que no hay miles de personas que consiguen conciliar su vida laboral y personal teniendo el tiempo suficiente para poder cuidarse?
¿acaso crees que eres la primera persona que se va a romper con su pareja y va a rehacer su vida?
¿Qué diferencia a las personas que consiguen lo que se proponen y a las personas que se llenan de excusas para hacerlo?
Sus Hábitos
Uno, empieza con la mentalidad, dedícale tiempo. Vigila en que andas pensando continuamente.
¿Pasas el día lamentándote? ¿pensando en las miles de cosas horribles que te van a suceder? ¿te repites una y mil veces aquellas limitaciones que otros te han dicho que tienes? ¿pasas todo el día recordándote que debes satisfacer a los demás con tus actos para no perder la buena opinión que tienen de ti?
FRENA ese dialogo interior que te mantiene en parálisis total, transforma todos esos pensamientos.
Dos, sigue con tus emociones, vigílalas, ¿pasas todo el día triste? ¿sientes a menudo que el miedo te desborda y no lo puedes controlar? ¿te sientes sin claridad mental?
Averigua de donde vienen esas emociones y descubre como puedes ponerlas a tu favor.
Y tres, observa muy de cerca tus palabras y tus actos con los demás y sobre todo contigo.
¿Qué te dices a diario? ¿cuidas de ti? ¿respetas tus tiempos? ¿te das ánimos? ¿hay coherencia entre tus pensamientos emociones y los que acabas expresando y haciendo? ¿piensas una cosa y acabas haciendo otra? ¿expresas lo que realmente hay en ti a los demás?
Debes ser muy constante, tomar la responsabilidad de tu vida, sólo cuando eres responsable tienes la capacidad de transformar lo que está ocurriendo, si no aceptas la responsabilidad de tu situación actual, dejarás en manos de otroS la solución a tus circunstancias y recuerda, el comportamiento de los demás sólo depende de ellos.
Empieza a partir de hoy, establece objetivos, transforma tus hábitos actuales y llega donde te propongas.